Buscanos en las redes

Actualidad

Mocase Vía Campesina ahora desaloja a campesinos de sus tierras

Esta organización antes acusaba a grandes empresarios por el “agronegocio”, pero ahora desaloja a los propios campesinos de sus tierras.

Compartir en redes

Publicado

el

La “lucha y el campo” no estaría siendo un solo movimiento, esto deviene de acuerdo a los últimos sucesos aberrantes que el mismo Mocase, (Movimiento Campesino de Santiago del Estero), ha realizado en contra de las familias campesinas, quienes fueron los denunciantes. En donde destacaron usurpación de sus pequeños campos y parcelas de una manera violenta y despiadada, destrozando todo. Entre ellas quema de maquinaria, utilización de arma de fuego y sobre todo destrucción de viviendas.


Aunque parezca “insólito”, esta organización que antes acusaba a grandes empresarios por el “agronegocio” de llevar a cabo este tipo de prácticas para apoderarse de las tierras productivas de la provincia gobernada desde hace mucho tiempo por Gerardo Zamora, quien jamás movió un dedo para frenar dicho conflicto en la provincia.


Un dato muy importante
Un 15 de junio el Mocase Vía Campesina quien acusaba al empresario y dueño de la marca de gaseosas Manaos, Orlando Canido, de intentar “desalojar violentamente” a la Comunidad Yaku Kachi Bajo Hondo de su territorio. Fue la primera vez que al Mocase denunciaron por llevar a cabo las prácticas que la propia organización denuncia de terceros poderosos. Lo más paradojar, es que quienes denuncian que es la esa organización la que los corre de sus campos es nada menos que una Asamblea Autoconvocada integrada por campesinos y promovida sobre todo por mujeres. Se denominaron “Santiagueños en Defensa de la Tierra”.


La vez que el movimiento denunció la destrucción de una vivienda rural
Se trata de “Santiagueños en defensa”, un nuevo movimiento que surge por los aberrantes sucesos que realizó el Mocase. En ese contexto un 9 de junio visibilizaron y denunciaron la destrucción de una vivienda rural perteneciente a Irma Maldonado y su familia. A través de las redes sociales, publicaron dicha denuncia: “No se trata de imágenes de una tragedia o una desgracia. Tampoco son producto de un sismo o un tornado. Simplemente se trata del Mocase Vía Campesina”.


También se detalló lo que sustrajeron de una manera vandálica: “De la casa se llevaron mesas, sillas, colchones y cubiertos, sábanas, ropa, puertas, ventanas y tirantes”. El hecho tuvo lugar en Quebrachito pertenece a la localidad de Pinto, en el Departamento Aguirre, donde el Mocase tiene una de sus seccionales más poderosas. “Allí todos se conocen”, afirmó el Movimiento Santiagueños, que culpó de la usurpación directamente al “clan Aguirre”, pero añadió de inmediato que todos “saben que ninguna usurpación se produce sin la orden de Adolfo Farías y Juan Chazarreta”. Son dos de los principales referentes del movimiento campesino a nivel provincial.
Los infiltrados en la lucha campesina
No es un dato menor, pero una tercera referente nacional del Mocase es funcionaria del gobierno nacional, bajo el mando del Ministerio de Agricultura de Luis Basterra. Se trata de Deolinda Carrizo, que en febrero pasado asumió un cargo como directora de Género e Igualdad de la Dirección Nacional de Fortalecimiento y Apoyo a las Organizaciones de la Agricultura Familiar. Lo más “llamativo”, es que la asamblea Santiagueños en Defensa de la Tierra las que más denuncian los atropellos del Mocase Vía Campesina son mujeres campesinas que deberían ser motivo de preocupación central de la funcionaria nacional.


Pese a que parecen defender intereses antagónicos, es histórico el buen vínculo que existe entre Mocase Vía Campesina y los funcionarios de Estado, no solo a nivel nacional sino especialmente con las autoridades provinciales. Eso les permitiría actuar con bastante impunidad ante los ojos de la justicia y la policía provincial. Según denuncian quienes dicen ser sus víctimas, “esta organización opera en manada, con violencia y en la clandestinidad. Llegan en sus camionetas e inclusive cuentan con un camión que oficia de flete. Nunca son menos de treinta personas. Algunas encapuchadas, con machetes, fierros y armas blancas, incendian corrales con animales, herramientas de trabajo y todo aquello que no se pueden llevar”.


Para ser más precisos, los “intereses” territoriales en la “lucha campesina” definitivamente en estos casos, no es la cultura ni el origen, es el capital el poder y el territorio, la ganancia que deja ese campo, esa tierra, en el que en el caso de Santiago del Estero se apoya muchísimo en los dirigentes del Mocase Vía Campesina. En base a ese relevamiento, esa organización reclama muchas veces territorios a sus ocupantes históricos, con el argumento de que esas tierras pertenecían a alguna comunidad originaria.


Es decir, parece ser el Mocase el que se arroga el derecho de decidir quién es originario y quién no lo es en Santiago del Estero. Y qué campesinos deben defenderse y cuáles, en cambio, se transforman en sus víctimas.

Compartir en redes
Continuar leyendo...

Copyright © 2021 - diario24.ar