Andrea Taboada no aguantó las lágrimas y se quebró en LAM

Este miércoles en LAM se vivió una situación muy particular luego de que Andrea Taboada se quebrara en vivo. La situación sorprendió a sus propios compañeros que trataron de contenerla y de hacerla reír para que se sintiera mejor. El momento sucedió mientras hacían un móvil desde Estados Unidos y se generara un problema de comunicación que obligó al conductor a hablar con sus panelistas.

En ese contexto, la legendaria “angelita” del ciclo de espectáculos reconoció que debe hacer terapia porque le quedaron algunas secuelas del coronavirus. Según explicó, tiene momentos de mucha angustia y eso se traduce en una sensación difícil de explicar. En un primer momento, los presentes creyeron que se trataba de una broma, pero al notar que la protagonista hablaba en serio, le dieron el espacio para relatar lo que le sucedía.

Pandemia y coronavirus

Andrea Taboada reveló en LAM que en la tarde de ayer, cuando salía de un canal para entrar en otro, se encontró con el esposo de su hermana a quien no veía desde hace mucho tiempo. “Sentí algo raro, algo tan extraño”, precisó mientras las lágrimas le rodaban por las mejillas. Admitió que se siente diferente a cómo era antes de contagiarse de Covid-19: “No soy la misma Andrea, no tengo esa energía”.

La panelista del programa de chimentos consideró que la pandemia jugó una mala pasada a todos los argentinos. No solo por la enfermedad a la que se enfrenta la sociedad, sino también por el encierro al que estamos sometidos desde hace más de un año, “lejos de la familia, los amigos” y agravado por “la crisis económica”.

El resto de las panelistas de LAM revelaron que todas esas sensaciones que atraviesan a su compañera pueden ser producto de que atravesó sola la enfermedad. Mariana Brey empatizó con Andrea Taboada y reveló que esa charla ya la tuvieron en privado donde le dio algunos consejos. Por otro lado, Rocío Marengo manifestó que quizás su compañera se siente de ese modo porque inconscientemente pensó que hubo mucha gente que murió a raíz del virus y que ella podría haber sido una del montón.