Buscanos en las redes

Espectáculos

Preocupación: Eduardo Feinmann habla de los problemas comunes de una justicia devaluada en Latinoamérica

Varios núcleos básicos evidencian los rasgos deficitarios que comparten los países de la región a la hora de administrar la justicia

Compartir en redes

Publicado

el

Eduardo Feinmann, famoso presentador y periodista, menciona que a poco de analizar la administración de justicia en los países de Latinoamérica, se advierte que comparten rasgos deficitarios, lo que va acompañado de una empobrecida y escéptica percepción social sobre la trascendencia de su rol pero curiosa y opuestamente, los niveles de litigiosidad no descienden, sino que tienden a aumentar en forma sostenida y con gran preocupación.

Entonces deviene necesario indagar por los factores comunes que devalúan el funcionamiento del sistema judicial, identificarlos, para empezar por allí cualquier diagnóstico y planeamiento de mejora. El periodiste advierte, al menos, varios núcleos básicos que terminan delineando caracteres predominantemente negativos.

Los núcleos de los que difiere la justicia devaluada

La demora en los procesos; que deriva en una justicia tardía. Se repite hasta el cansancio el reclamo por una justicia oportuna, que no es otra que la que resuelve pronto la contienda, teniendo en cuenta que esa resolución probablemente será recurrida por las partes. “Pronto y bien” son las premisas simplificadas de un derecho procesal eficaz, que moviliza al ciudadano en procura de una respuesta a su pretensión.

Procesos escritos y formales; lo que deriva en una justicia burocrática y poco transparente. El sistema judicial tiene que dejar de concebir al proceso como un fin en sí mismo y otorgarle una función netamente instrumental, despojada de formalismos y de tantos elementos escritos. El expediente judicial debe ser un dossier mínimo con las constancias elementales para el progreso del proceso.

Dificultad de acceso, que determina una justicia distante. La propia lentitud y la dificultad en la litigación, que supone ingresar en un laberinto ritual lleno de trabas, termina desincentivando el acceso a tribunales. A esto se suma la no suficientemente desarrollada incorporación de las nuevas tecnologías, TICs; y que muchas veces resulta más difícil hacer un trámite en forma digital que en formato papel.

Compartir en redes

Copyright © 2021 - diario24.ar