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“Vigilante”: la miniserie de Netflix que deja mucho que desear
El director y productor Ryan Murphy, famoso por su éxito en “Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer”, no parece haber logrado el mismo éxito con “Vigilante” en Netflix.
La serie se basa en una familia ficticia que se muda a una casa y comienza a recibir cartas anónimas del “Vigilante”, alguien que parece estar obsesionado con su nuevo hogar. La paranoia aumenta cuando los extraños vecinos parecen sospechosos de ser el autor de las cartas. La serie cuenta con un reparto estelar, incluyendo a Bobby Cannavale, Naomi Watts, Margo Martindale, Jennifer Coolidge y Mia Farrow.
A pesar de tener elementos para profundizar en el género del home invasion, “El Vigilante” se queda en la superficie y se toma a sí misma demasiado en serio, sin aprovechar sus ideas para satirizar el género. La trama suena a un telefilm de sobremesa y, desafortunadamente, no hay nada que salve la historia. La falta de personalidad y la imposibilidad de encontrar un tono adecuado hace que la propuesta no pueda sostenerse en formato serie.
La falta de reflexión en la serie resulta frustrante, ya que los elementos para construir una crítica social están presentes. Una familia acomodada se ve afectada por un elemento extraordinario, pero la serie no profundiza en los personajes ni en la sociedad que los rodea. La falta de tesis en favor de la superficialidad de las tramas y la falta de introspección en los personajes resultan en una obra sin matices.
A pesar de que la serie se basa en una historia real, el tomarla en serio es una carga demasiado pesada. Aunque la serie cuenta con una trama estrecha, es difícil crear una obra distinguible a partir de algo tan limitado. La serie podría ser comparada con “Funny Games” de Michael Haneke, aunque ésta última tiene una premisa más provocadora. “El Vigilante” sacrifica el desarrollo de cualquier tesis en favor de la superficialidad y las tramas variadas que cuentan con amores adolescentes, matrimonios a pique y vecinos sospechosos.
En conclusión, “El Vigilante” no propone nada que justifique su duración y no profundiza en las ideas que la trama podría sugerir. A pesar del reparto estelar, la falta de personalidad hace que la serie no pueda sostenerse en formato serie.
